lunes, 9 de noviembre de 2009

LOS SONIDOS DEL CORAZÓN


El corazón ha sido por siglos el responsable de las emociones humanas. Cuantos enamorados pintan un corazón a travezado por la flecha de cupido, y cuantos también lo quiebran en dos pedazos cuando el amor no corresponde a las espectativas.

Pero lo cierto del caso es que aunque la medicina le da un lugar primordial dentro de toda la interacción de órganos y sistemas en el cuerpo, aún no hemos comprendido realmente su manera de recibir información del medio en el que se encuentra y su manera de enviarla al cerebro para ser interpretada.

El corazón es básicamente un instrumento sonoro binario, esto quiere decir que los látidos cardiacos tienen un sonido tan claro y palpable que se asemeja a un tambor con dos sonidos, uno un poco más grave, el otro un poco más agudo. Sístole y Diástole, Ying y Yang, venas y arterias, un solo Tao. Este es el ritmo musical del corazón llamado por la medicina latidos. Estos latidos generan ondas cerebrales de igual frecuencia. Es decir, nuestros pensamientos son calibrados por el ritmo del corazón.
Estos sonidos producen armónicos, es decir sobretonos sobre ellos mismos. Los armónicos son perfectamente medibles. El famoso psicofísico Dann Winter, experto en geometría sagrada, inventó un aparato para afinar estos sonidos con armónicos que produce el corazón. Se llama el Heart tuner, lo que en español traduce afinador del corazón. Gracias a este invento ha logrado determinar que la distancia entre un armónico y otro es igual al número Phi = 1,618.
Estos armónicos forman una onda que va trenzando la espiral del ADN. Es decir la va cargando.
También estos sonidos fortalecen el sistema inmune.
Cuando el sistema está suficientemente cargado, aparece en el individuo el sentimiento de "La Compasión", que contiene gran gozo y amor por todos los seres del planeta.
Esta es la forma como la humanidad asegurará su continuidad sobre la tierra.
Las emociones cotidianas como la rabia, el desespero, la angustia, etc., tienen su propia vibración en ondas gamma y beta, que mantienen el cerebro en alerta pero con predominancia del hemisferio cerebral izquierdo. Osea que el individuo no puede ser objetivo porque no ve todos los puntos que rodean una situación.
Cuando el corazón se carga, produce un campo electromagnético alrededor 5000 veces más potente que el cerebro e induce por resonancia al encéfalo a vibrar en ondas Alpha y Theta que producen estados más tranquilos con producción de neurotransmisores que llevan al orden y a la paz.
Un corazón que canta en total armonía, es un corazón que mantiene estados de Ser realizados como el amor, la paz y la compasión.
Por esta razón, desde el sonido y la música podemos inducir ritmos y armonías que estabilicen nuestro corazón, permitiéndonos disfrutar de la vida en la verdadera dimensión en que ha sido dada por el Creador.